La proliferación imparable de la población de jabalíes, tanto en zonas urbanas como en carreteras cercanas a bosques y campos, se ha convertido en un auténtico reto de gestión para la Diputación de Barcelona. El peligro es mayor cuando coinciden estos tres factores: vehículos a mucha velocidad, fuerte presencia de estos mamíferos (por la noche-madrugada, entre septiembre y diciembre) y un tráfico elevado. Después de una intensa investigación, la ecuación se salda con resultados preocupantes: 2.035 accidentes viarios entre el 2014 y el 2018 (una media de 407 al año) y 1.536 entre el 2019 y el 2021 (con una media de 512).
Entre el 2014 y el 2021, los atropellos a especies unguladas (98,4% jabalíes y 1,6% corzos o ciervos), ha aumentado un 168%, según datos de la diputación.